Por qué leer a Álvaro Mutis

Me pregunta un amigo las razones para leer a Álvaro Mutis. Una pregunta que me retorna a mis primeros años como lector y a mis inicios como escritor. Le debo mucho a Mutis. Siempre que puedo le rindo homenajes en los lugares donde trabajo como profesor de literatura. Su memoria es un aliciente para amar más la literatura y para ir siempre más arriba en el camino de la creación literaria. 

Intento responder la pregunta de mi amigo sobre Mutis y descubro que esas razones no nacieron hoy. Las razones para leer a Mutis, al menos en lo personal, han estado presentes desde siempre. La más importante, que Mutis fue uno de los primeros escritores que le dio un nuevo aire a la literatura colombiana, por allá por los años 50,  primero a través de la poesía, y luego en sus relatos y novelas. Sus obras retratan paisajes tropicales en los que intenta describir al hombre y sus derrotas. Me viene a la mente La muerte del estratega, un relato al que siempre vuelvo por considerarlo una pequeña obra maestra. También tengo muy fresca en mi memoria la atmósfera de La mansión de Araucaima. Ni qué hablar de la saga de Maqroll el Gaviero, una obra en la que se mezcla la narrativa y la lírica. Algunos escritores han celebrado al Mutis poeta por versos como este: “Que te coja la muerte / con todos sus sueños intactos”.

Maqroll el gaviero, su obra maestra, es la muestra de un mundo que tiene su centro en este pedazo de tierra que es el trópico, en el que todo es exuberancia, herrumbre y dolor. Pero también fiesta. Una muestra de lo frágil y voluble de la condición humana.

Recuerdo que en el año 2001 conocí al poeta colombiano Juan Gustavo Cobo Borda durante una conferencia sobre García Márquez en una biblioteca de Cali. Cuando pasé a saludarlo después de la charla, se alegró de que un joven como era yo en aquel tiempo se acercara a preguntarle por Gabo. Me dijo que no tenía el libro que él había escrito sobre Gabo y a cambio me obsequió uno titulado Para leer a Álvaro Mutis. Una joya que guardo y a la que le debo haber empezado a conocer, a leer y a admirar a Mutis.

En lo personal, hay un lugar por el que siempre tendré a Mutis en mi mente. Me refiero a la zona de Coello, en la carretera de Ibagué al alto de La Línea. Un lugar abigarrado, hostil y muy fértil. Siempre que cruzo por allí, recuerdo que fue este el lugar que sirvió de motivo para crear las atmósferas de sus libros. Cuando era niño, Álvaro Mutis pasaba sus vacaciones en la finca de la familia en Coello. Por esa razón conocía ese paraje que lo trastornó y lo alucinó por igual. Mutis era de la capital colombiana pero le encantaba el trópico y el mar. Ese encanto se percibe en su obra. 

Vale la pena leer a Mutis. Pero sobre todo vale la pena dejarse llevar por el caudal de su poesía.

Por: Miguel Páez Caro (Director Relata Ibagué)

Mr. Poe*

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