"Verónica resucitada", de Carlos Orlando Pardo

Por: Pedro H. Zambrano (Relata)

Verónica Resucitada es una novela de entretenimiento familiar, impresa por Pijao Editores y escrita en tercera persona. En esta obra el autor muestra la odisea de una mujer decidida a afrontar la vida, alejándose de lo que piensa y de sentimientos como el amor hacia su esposo e hijos, sin importar el qué dirán ni los perjuicios morales; sin embargo, la familia cree que está fallecida, secreto que solo se descubre años después, cercano a su fallecimiento.

Pardo narra de manera magistral con una precisión lingüística en un estilo clásico, claro y sutil, empezando por el final, dejando al lector intrigado sobre la diversidad de acontecimientos. Mantiene un ritmo constante en sus párrafos y evita perder la secuencia de la lectura, por lo que adecua el personaje (Verónica) con sus sentimientos perdidos por la distancia y por el silencio de su ex esposo e hijos menores de edad.

Adorna la redacción con palabras elegantes y sencillas, aunque alguna que otra nos obliga a buscar su significado. Describe el personaje central con curiosidades atractivas poco vistas en una mujer en el arte circense. Igualmente reseña el por qué de la trama en la iniciación de la novela, cómo Verónica combate la enfermedad y la muerte en un hospital, pero siempre respetando el final de la obra.

Demuestra un excelente manejo y conocimiento del contexto, por lo que el marco espacial está definido, demostrando que lo estudió con detención para incluirlos en su novela. Se esforzó para compartirnos el texto de una manera apasionada con mensajes de amor para la familia, resaltando el rol de la mujer liberada lejos de perjuicios; al principio se nota que fue despreocupada por alejarse de lo que amaba, sin olvidarse de su ex esposo ni de sus hijos, llevándolos en su corazón y en unas fotos viejas.

En los cincuenta y dos capítulos nos entretiene con las angustias que pasó su familia y los pormenores difíciles que el personaje principal soportó, identificando de manera clara la historia fatídica en cuestiones amorosas, con un final feliz, a pesar de la muerte de Verónica rodeada de sus hijos. 

En cuanto a los aspectos formales, en la página 11 da la impresión de que existía otra forma de escritura cuando se expresa el personaje. Es de destacar que muestra que el diálogo empieza después de una línea y que termina con otra línea o entre comillas; un ejemplo es el siguiente: 

"-Aquí tienen a su abuela, dijo la mujer encargada de…"

Pero al profundizar en la lectura retomé de nuevo lo aprendido; ejemplo: escribo cuando expreso algo hasta la coma o me aparto de la idea; concluyo que tal vez,fue un error tipográfico. Porque la forma correcta sería: 

"-Aquí tienen a su abuela -dijo la mujer encargada de…" En este caso la raya subrayada, debe de estar ahí, pero esta no aparece.

Verónica con sus propias palabras transporta a la familia por la monótona vida que llevan, contraria a la de ella, buscando libertad; a su ex esposo lo define como un “ratón de biblioteca”. Controvierte el remolino de sus pesadillas y de los sueños amargos que alumbran su vida golpeando su interior para no conocer los andares de sus hijos, sobre todo de la hija mayor cuando se enteró que seguía los mismos pasos de ella en la juventud, es decir, que se había convertido en trapecista. 

“Me siento mala con él, pero me siento buena conmigo”, expresión del personaje principal cuando tuvo la libertad de moverse sola, justificando su partida, dejando duda de su dolor y repudio a lo que renunció; cambia profesión y aplausos para volar libre, ya no en el espacio como trapecista, sino, por la ciudad, más no en la soledad y recordando a sus dos madres. Uno de los tantos ejemplos clásicos del escritor para construir oraciones con facilidad, la encontramos en la pagina treinta y siete, párrafo primero: “Después del esfuerzo venia el reposo al lado de ellas tras examinar el resultado de su oficio y entender que nunca mucho costó poco. Por eso acortaba la noche y le añadía algo de ella al día para hallar mes tras mes que se le fueron disparando los ciclos del progreso”. 

Aparte de pasearnos por el mundo circense, y mencionarnos una a una las actividades artísticas, nos lleva por el departamento del Meta en donde sus hijas menores, adquieren dotes de verdaderas cantantes, conformando el dúo: “Las Alondras del Llano”.

También nos traslada al Líbano (Tolima) en la época de la violencia entre los partidos políticos tradicionales, por la época de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán; así, recorremos la extinta Armero y sus alrededores llegando a Ibagué, en donde Verónica fallece; pero gran parte de la historia se desarrolla en la Capital de Colombia. Excelente novela que vale la pena ser leída para identificar elementos que aportan a la práctica de la creación literaria, quehacer principal del taller Ibagué escribe y cuenta y de esta revista literaria.  

Mr. Poe*

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